A veces debemos corregir a un empleado o a nuestro hijo. Si realizamos una crítica sin delicadeza, el cambio que esperábamos no se producirá. Las críticas adecuadas no consisten en atribuir los errores a un rasgo de carácter, sino en centrarse en lo que la persona ha hecho y puede hacer. Es decir, no es que el niño sea malo, sino que se ha comportado de forma inadecuada. Hay una gran diferencia entre ser o comportarse. Somos inteligentes, solo que a veces realizamos comportamientos poco inteligentes. Y no hay cosa más destructiva para un niño, que sus padres le asignen una etiqueta negativa respecto a su ser, del tipo, eres malo, eres tonto, eres torpe.
Por ello seguidamente os dejo una serie de consejos que nos ofrece Daniel Goleman para realizar una buena crítica, tanto a un niño como a un adulto:
- Se concreto. Limítate a lo concreto, señalando también lo que la persona hace bien, lo que no hace tan bien y cómo podría cambiarlo. La concreción es tan importante para los elogios como para las críticas.
- Ofrece soluciones. La crítica debería apuntar a una forma de resolver el problema. Si solo se dice que está mal y no el camino para mejorar, será difícil el cambio.
- Permanece presente. Cara a cara y en privado. Criticar, regañar en público avergüenza a la persona criticada.
- Permanece sensible. Es muy importante ser empáticos y tratar de sintonizar con el impacto que tienen nuestras palabras sobre nuestro receptor.
Así mismo, el que recibe las críticas debe:
- Considerar la crítica no como un ataque personal, sino como una información sumamente valiosa para mejorar las cosas.
- Darse cuenta de que muchas veces uno responde de manera defensiva en lugar de asumir su responsabilidad.
- Considerar las críticas como una oportunidad para trabajar junto a la persona que critica y resolver el problema en vez de tomarlo como un enfrentamiento personal.
Muy interesante, amiga. No estaría mal que se siguiesen esos consejos. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias mozo. Ya ves, lo que todo el mundo sabe que a veces se nos olvida. Un beso.
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