CUANDO TE ENFERMES, EN LUGAR DE ODIAR ESE MAL CONSIDÉRALO TU MAESTRO

Hoy mismo he oído en la radio que se aprende más perdiendo al ajedrez que ganando.

Si consideramos que perder, enfermar, son estados de los que no se puede sacar ningún partido, entonces efectivamente, no nos servirán para nada. En muchas ocasiones nuestro cuerpo enferma porque no le queda otra opción. Estamos abusando de él, no lo observamos, no lo cuidamos, estamos estresados, nuestra mente va independiente de nuestro cuerpo. El cuerpo dice, basta, y para que lo oigamos, enferma. Entonces es momento de parar, observar, cuidar, relajar, descansar, reponer. Es una parada para luego continuar. Y esa parada nos da la oportunidad de aprender de nosotros, de lo que nos viene bien, gracias a la introspección que la enfermedad nos aporta. 

El consejo 69  de Gurdjieff a su hija fue:

Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal considéralo tu maestro.