
- ¡Qué le voy a hacer! Yo es que soy muy cabezota.
Nosotros decidimos si hoy vamos a ser cabezotas o no. No nos pongamos etiquetas. Cada día es distinto. Si nos ponemos etiquetas no nos damos la oportunidad de cambiar.
El consejo 80 de Gurdjieff a su hija fue:
No te vanaglories de tus debilidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario