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| emociones |
Daniel Goleman afirma que las personas que sufren de forma crónica de ansiedad, melancolía, pesimismo, tensión, irritación, escepticismo o desconfianza extrema, son doblemente propensos a contraer enfermedades como el asma, la artritis, la jaqueca, la úlcera péptica y enfermedades cardiacas.
El enfado es una de las emociones más dañinas para el corazón. La tendencia al enfado predice mejor la mortalidad temprana que otros factores de riesgo como el tabaco, la tensión arterial alta o el colesterol elevado.
Las emociones negativas intensas de todo tipo aumentan el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca, porque liberan hormonas estresantes en el torrente sanguíneo.
Se cree comúnmente que es mejor expresar el enfado que dejarlo dentro, pero al sacarlo fuera se alimenta y crece. Es mejor intentar apaciguarse pensando en otra cosa, realizando algo que requiera nuestra concentración.
La empatía, la comprensión de los motivos del otro, sería en antídoto para el enfado.
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