10 de diciembre de 2010

NO TE ENCADENES A NADA QUE A LA LARGA TE DESTRUYA

atrapada
A veces uno no se da ni cuenta y resulta que se ha encadenado a la mantequilla. 
El tabaco, alcohol, drogas, una pareja perniciosa, un trabajo insano, un amigo destructivo, unos hábitos negativos. Mil cosas. Aquí Gurdjieff nos habla de libertad. De evitar la esclavitud a lo grande y a lo pequeño. Y yo hablo de que siempre está uno a tiempo de cortar las cadenas.
El consejo de Gurdjieff está muy bien:

No te encadenes a nada que a la larga te destruya

2 comentarios:

  1. Cuando te has encadenado es difícil cortar esa cadena. Sientes mono de lo que te hace daño. "Contigo no puedo vivir y sin tí.....me muero".

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  2. Tatiana, eres mi comentarista preferida, y no lo digo por que seas la única por el momento.
    Bueno respecto a lo que dices, vale, puede ser difícil. Pero aveces nuestros encadenamientos no nos destruyen. Ese chocolate diario no me destruye, esa amiga puñetera no me destruye, aunque a veces la mandaría a la porra. Ahora bien, en esos casos en los que una persona machaca y destruye a otra, aunque sea muy difícil, hay que cortar las cadenas. Es evidente. Un beso

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